Los aterrazamientos inkas. Es decir, la construcciòn de centenares, miles de kilómetros por toda su geografía de andenes o terrazas, para cultivo, prevenciòn de la erosiòn y otros usos. El trabajo es monumental. Comprendan ustedes que se trata de levantar, primero, un muro de “pirca” –acumulaciòn estable de piedras- paralelo a la pared de la montaña, a una distancia de ésta de un par de metros o decena de ellos, y de una altura de entre dos y tres metros, todo el largo del tramo que se quiere aterrizar y desde dos a cuarenta niveles distintos sobre la misma montaña. Y luego rellenar, a mano, todo ese espacio entre el muro y la pared hasta consolidar la tierra a la altura de la última hilera de piedras del muro. Recorrer Perú y otras naciones viendo, como escribì, centenares de kilómetros de terrazas es apabullante. Pero factible en términos de iniciativa humana.
Terrazas inkas
Pisaj, un centro administrativo en el Valle Sagrado, es también magnífico. Pero sus construcciones tomadas individualmente, no despirtan problemas. Sólo cabe pensar en miles de hombres trabajando durante décads de manera comunitaria.
Pisaj
Sistema constructivo en Pisaj
Pero en Sajsaywaman y Ollantaytambo….
Aquí aparecen los ejemplos que referí. De pronto, en medio de una sucesiòn de construcciones “humanas” aparece algo exótico, imposible, increíble. Superamos una barda de piedras apiladas con arte y esmero pero dentro de los cánones previsibles y topamos con un muro de rocas graníticas ciclópeas, pulidas milimétricamente, en formas extrañas e innecesariamente exageradas, planteando problemas técnicos irresolubles.
Saqsaywaman
El Qoricancha, en Cusco. Residencia del Inka, se usaron sus fundamentos para levantar sobre él un convento católico
La famosa “piedra de los doce ángulos”, en Cusco
Unidas sin argamasa, no puede deslizarse una hoja de papel entre ellas
Todo el casco colonial de Cusco está construido de la misma forma. Abajo, lo levantado por los incas y arriba, lo de los “inca-paces”
En el Qoricancha, el “jardín del inka”. Cuentan los cronistas españoles que allí encontraron animales y plantas hechos exclusivamente en oro y plata, y hasta insectos que al arrojarse al aire bajaban “aleteando”
Saqsaywaman
Más ejemplos
¿Qué necesidad de jugar con curvas innecesarias?
Y más curvas
Y más curvas…
Y más…
Y más…
Y estos preciosismos angulares exagerados
En cantera, un corte que tuvo que haber sido hecho con una sierra
Ángulos perfectos, pulido maravilloso
En el “mausoleo real” (que de “mausoleo”, nada) de Machu Picchu, las piedras parecen haber sido plásticament moldeadas para seguir el contorno natural de la roca
Algunos tratan de explicarlas diciendo que las construcciones bastas eran para las clases bajas y las complicadas, para las altas. Me parece una tontería. En primer lugar porque implica, sin fundamento, una discriminación. Y en segundo lugar, porque en general las construcciones “imposibles” se intercalan con las sencillas.
Otros, sugieren que son “épocas” de construcciòn distintas. Tampoco. Porque pertenecen a los mismos horizontes culturales, y por las razones señaladas arriba.
Veo aquì una “inyecciòn” errática y casual de un conocimiento externo.
En Medicina, el uso masivo y eficiente de herbolaria natural cae en un paradigma humano. Que en medio de intervenciones médicas artesanales aparezcan trepanaciones de cráneo para extirpar tumores y descomprimir hematomas subdurales con una eficiencia comprobada de cuando menos un 85 %, no.
Cráneos inkas trepanados. Museo Larco
No imagino extraterrestres moviendo piedras. Ni siquiera dirigiendo las construcciones. Imagino extraterrestres que en un pasado remoto legaron conocimientos y técnicas a humanos, y que con el paso del tiempo las técnicas y los conocimientos se fueron deteriorando y perdiendo en parte, y en parte sobreviviendo por transmisión. Por ejemplo, primero a la cultura madre de Tiwanaku y adquirida por los inkas cuando luego de 1435 extendieron su imperio hacia el sur. Porque las grampas de bronce que unen las piedras, en el PumaPunku y en el Qoricancha son exactamente las mismas, por ejemplo, además de muchas otras características. O el episódico pero interesante ejemplo de “la brújula del inka”, una piedra que se encuentra en el altar mayor de Machu Picchu que reproduce exactamente la forma romboidal de la Cruz del Sur, y cuyo “brazo” más largo se encuentra orientado de exacta manera magnética en el eje Norte – Sur, como vemos en la foto. Y si bien en el cielo el eje mayor de la Cruz del Sur no se orienta así, la misma de todos modos es perfecta para usarla de brújula, de acuerdo al dibujo que ejemplifica cómo.
La “brújula del inka”
Otra vista
Su orientaciòn cardinal
Orientación por Cruz del Sur
Esto explica porqué en América, como en Egipto y tantos otros lugares, se observa el fenómeno del “aletargamiento cultural”. Pueblos nómades, cazadores, recolectores, pescadores, sorpresivamente aparecen exhibiendo un desarrollo civilizatorio impresionante, un “pico” al cual nunca retornan y comienzan a decaer con los siglos.
Obsérvense, entonces, estas imágenes. Porque plantean demasiados interrogantes.
No se conformaron con mover, como en el Templo de Ollantaytambo, seis bloques de granito rojo o pórfido (recordemos: el material de trabajo preferido en las Pirámides de Gizeh) de entre 40 y 120 toneladas de peso cada uno. No se conformaron con haberlos traído, no de una cantera inmediata –que de todos modos impondría un trabajo excepcional- sino de la montaña Choquisaca, del otro lado del valle y de su río Urubamba.
Megalitos del templo de Ollantaytambo
Vista lateral
Otra vista
Allá, lejos, la montaña Choquisaca
En el área residencial de Ollantaytambo, emerge una piedra con canaladuras perfectas y de uso desconocido
Entre construcciones bastas, megalitos abandonados
No se conformaron con encajar piedra contra piedra de una forma ya legendaria, sino que le dieron curvas, mínimos ángulos de encastre, casi jugaron con las rocas como si éstas hubieran sido ablandadas por acciòn de algún agente desconocido y moldeadas como arcilla para luego solidificarlas, pulidas hasta que al pasar sobre ellas la mano parezcan mármol.
No les bastó con hacer fuentes de agua que siglos después siguen funcionando perfectamente. En una de ellas, conocedores de aspectos casi esotéricos de la hidrodinámica, lograron que al pasar la mano por una de las aristas de esta fuente, donde el chorro de agua “salta” por efecto de la inercia y la gravedad al centro de la misma, deje de hacerlo y se disipe contra el muro para volver a “saltar cuando se acaricia, casi como si fuera un “Touch screen” su superficie…
La fuente de referencia