miércoles, 19 de diciembre de 2012

Empecé a dibujar con lápices de colores


Acá se ve la influencia de los chicos en mi propio dibujo. Hasta me compré lápices de colores. Primero unos comunes, con los que hice esto. Me gustó tanto que después me compré unos de los lindos.
Lo empecé por el mandala que se ve arriba. Es un bloc Meridiano Nº6, un formato cómodo para escribir ahí mismo en el dibujo. Primero dibujo y después escribo lo que es cada cosa. Es lo que había intentado que hagan los alumnos, pero es difícil lograr que se animen a escribir sobre sus dibujos. Bueno, a uno también le cuesta...  alguien me había dicho que así ya es un test psicológico, como el del árbol...  ahí entendí un aspecto práctico de la imaginación activa, es como un test hipertrofiado. Una cosa es dibujar una persona en la lluvia y explicar adonde va y otra muy diferente es llenar un bloc con dibujos e interpretaciones escritas de qué es cada cosa.  Un bloc así es lo que hace falta para ponerse a trabajar en un proyecto artístico, o mejor una caja llena de blocs. Es el material en bruto.

Más allá de las cuestiones técnicas es como que empieza a fluir de vuelta mi trabajo. Hubo como una crisis en el medio, y leí muchos libros. Recién ahora le volví a encontrar un sentido. Lo que me falta es creerlo, cuesta acostumbrarse a que tengo que ponerme a escribir regularmente. Se me hace raro. Dibujar también, anoche comentaba en twitter que me olvido de que se dibujar... es así, me olvido, y después me sorprendo de lo que sale. Es como si lo hubiese dibujado otro. Debe ser que estuve todo este año trabajando en otra cosa, y se me fue formando otra máscara, fue elaborándose mi "persona". Y eso se nota en la obra. Siento que esto es más universal, es más lo que haría cualquier persona si se pusiera a dibujar sinceramente. Digo cualquier persona de las que no se interesan demasiado en las artes. Y en cambio lo que venía haciendo era más la obra de un pintor, que piensa mucho en la historia del arte. Eso con la pintura de caballete. Porque en los murales me parece que ya venía haciendo algo como más... no se, los murales yo los pintaba teniendo en cuenta la gente que lo iba a mirar, que es toda la gente que pasa por la calle. Eso ya me había hecho muy bien, me permitió mejorar muchísimo. Bueno, esto es un paso más en esa dirección, ahora escribiendo. Con una fuerte influencia de Saint Exupéry. Pero esa influencia viene del libro de Marie Louise Von Franz sobre El Principito, "El Puer Aeternus".

Es medio terrorífico también tener que escribir. La escritura hace que uno quede distraido, hay que tener cuidado. Tratar de escribir más bien a la noche y los fines de semana, durante el día es peligroso porque uno queda distraído, propenso a cometer errores tontos en lo cotidiano. Hay que tener cuidado con eso, organizarse... ese tipo de errores son lo que le da mala fama al arte y a los artistas.  En realidad el arte debería hacernos más efectivos. En los primitivos está esa idea, el Shamán es el que tiene las visiones, o el rey. Ese arte es parte de la adivinación, con eso tienen que ver los mandalas.

La Yoko Ono del surrealismo

Creo que todavía queda algo en el surrealismo. Estoy leyendo biografías. De André Breton, de Salvador Dalí, de Gala. En la vida de las figur...