jueves, 18 de agosto de 2011

Gambito y Gasalla

"Gambito" 50x23

Me parece que lo que hace pintar cada vez mejor no es tanto un arendizaje técnico sinó el sentido. Ir encontrándole el sentido a lo que uno hace, y la expresión del sentido es la obra. Y no solamente las pinturas, es también todo lo que uno hace, es la obra entrelazada con el mundo. Y el sentido es lo que liga.
Por lo menos cuando uno ya aprendió lo básico de la técnica.
Pienso esto en relación con lo que estoy pintando ¿Cómo es que estoy pintando un cuadro atrás de otro si nunca pude? Antes pensaba más, dudaba, perdía el ritmo de trabajo. Salían menos pinturas, menos conectadas entre si...
En el sueño de "La casa de Attila" estaba el sentido. Pero lo tuve cuando ya estaba pintando la serie. Tiene que venir de antes, el símbolo tiene que estar en un sueño anterior.
Y si. Hay un sueño anterior, en el que se ve que ya se estaba cocinando esto:
Soñé con Gasalla. Había un acto en la Escuela de Bellas Artes, en la Belgrano. En la escenografía había unos biombos pintados. Afuera él estaba hablando con alguien, en la puerta.  Terminé mostrándole un bloc con dibujos. No estaban muy buenos, pero en ese bloc después había unos collages como los del TAROT, de ese papel.Estaban mejor.  Y se movían, los collages eran de unos bichos, un bicho parecido a uno de mis cuadros, color piel, con texturas y el fondo eran unos rayos fríos que se movían. Los bracitos, los ojos y la boca también y la cabeza se balanceaba.
Después había una escena con un nene verde, como las figuras de los oros, que lo tenían en brazos y giraba la cabeza para mirar al espectador. Yo pensé que debería pegarle rojo en los ojos. Lo sorprendente es que no era una animación. Las formas en el papel tenían un movimiento propio. Y yo las recortaba y pegaba. Seguían moviéndose de la misma manera que antes en el papel entero.
Después estábamos mirando como una película de mis collages. Y Gasalla me explicaba algo. 
 ¿Que carajo hará Gasalla en mi sueño? ¿No? Lo significativo es que no es un pintor. Cuando uno le muestra su obra a un pintor, a un maestro, recibe una crítica. Cuando uno no sabe pintar es imprescindible. Pero cuando es momento de producir y de sacarse de encima todo lo que uno tiene adentro no hace falta la crítica. Hay momentos en los que hay que superar la autocrítica para pintar mejor. Dejar que lo que está adentro salga, sin interferir en su camino. Son momentos en los que hay que crear un canal. Un canal que sintonice con esa vibración, con esa onda. 
Pero el sueño no se queda ahí. Además da una pauta sobre lo que tengo que pintar y cómo. Me remite al TAROT. Me dice que trabaje como cuando hice el TAROT, que empezaba cada carta y la seguía hasta que estuviera terminada, sin preocuparme por el resultado. Confiando en que todo se iba a acomodar en el conjunto. Y me dice que haga bichos.
Lo misterioso es eso del movimiento de los fragmentos de papel. Era fascinante el efecto. Habría que hacerlo, tendría que ser una animación, una videoinstalación. Pero también tiene que ver con darle dinamismo a la imagen por la composición, sin que esté animado.
Hace mucho, en el programa de Gasalla había una parte en la que iban artistas plásticos y mostraban sus cuadros. No se si era el mismo scketch en el que imitaba a Federico Klem...
Pero hay algo más. Es como cuando en los mitos hay un Dios que les enseña la técnica para producir algo a los hombres. A veces el Dios les enseña en sueños. Yo creo que es algo así este sueño.





lunes, 8 de agosto de 2011

Más cerca del mamarracho que de las obras clásicas

Hoy leí una entrevista que le hizo Ñ a Carlos Alonso, es una maravilla. Creo que más interesante fue esto:
"¿Cómo ve el arte hoy? Recuerdo una muestra suya, hace unos años. Se acercaban muchos jóvenes a saludarlo, con mucho amor. ¿Cómo es su relación con los artistas jóvenes? Cuando tengo oportunidad de tener relación, en general es porque se acercan a mostrarme su obra, o a tener algún diálogo que ellos creen necesario, que ellos creen que puede aportarles alguna experiencia, que es lo que uno puede aportar a esta edad. En general, me llevo muy bien. Y cuando veo lo que producen, a pesar de que el panorama pareciera tener una dirección única, una mano única, yo veo muchas expresiones. Encuentro acá cantidad de gente joven que está dibujando y exponiendo dibujos, por ejemplo. Cosa que me sorprende gratamente, desde luego. Pero al mismo tiempo, recuerdo una frase muy significativa de Gauguin: “Yo quisiera que mi pintura se acerque más al mamarracho que a las obras clásicas”. Creo que acá se ha cumplido un poco esta premisa que quería para sí mismo Gauguin: sí, hay mucho mamarracho, ¿no? Pero eso no quiere decir que no sea legítimo. De pronto, si era legítimo para Gauguin puede seguir siendo legítimo que su tiempo exija del lenguaje una actitud menos severa, menos esteticista, o sea más vital, más subversiva, en fin. Es la juventud la que va encontrando cuál es el mundo que quiere reflejar, cómo lo quiere reflejar y qué parte del lenguaje heredado tiene validez y qué parte hay que reinventar. Siempre fue así en la historia de las artes, ¿no? Estaba leyendo recién en Internet un artículo sobre el Premio Petrobras. Cuando viví en Italia en 1971, conocí la obra de Piero Manzoni, el que hizo las latas de “Merda d’artista”. Quiero decirte que esta historia escatológica de los calamares no trae una novedad. No tiene el valor revolucionario o subversivo que podían tener ese tipo de cosas, o el arte povera, que también es de los años setenta. Quizás en ese momento estaba más politizado, ahora es más como un juego, como un desafío, en cierta medida. Lo curioso es que esa rebeldía se premia. Aquello creaba polémica, recalentaba el ambiente, y esto no siento que lo recaliente. No."
 Y me llegó en el momento justo este texto. Yo siempre pinto con horror de hacer un mamarracho. En ese sentio soy muy tradicional. Y recién ahora estoy empezando a intentar divertirme más. Y que lo diga nada menos que Carlos Alonso, es... no sé , es el pintor argentino más tradicional que tenemos. Más que Roux ¿No?  Creo que Roux es más académico, pero no más tradicional. Bueno, no importa. Lo importante es esto que dice.

jueves, 4 de agosto de 2011

Interpretacion de un sueño +8 collages

"Murciégalo" 38x36

Hace unos 15 días yo le mostraba unas imágenes de murales del grupo Triángulo Dorado a Carpita. Dijo que es muy lindo lo que hacen, y que se ve que se divierten. Y que hay que divertirse cuando uno pinta. Y me dijo que yo me divierto. Y si, le contesté que con los murales me divierto, pero con la pintura de caballete no. Que no sé porque será...
Y me dijo algo clave "Es que vos no sos muralista, por eso te divertís. En cambio a la pintura de caballete la sacralizás mucho. Siempre partís de una crítica a sobre vos mismo, o sobre lo que hace otro. A mi me pasa al revés."
Eso es importante porque yo estaba convencido de ser muralista. Porque mis murales son mucho mejores que mis pinturas de caballete, en los murales realmente pinto mejor. Y me sorprendió darme cuenta de que pinto mejor porque no sacralizo lo que hago ahí. Así que después de esto intenté jugar más con la pintura de caballete. Jugar más enfocándome en el proceso, tratando de ver la técnica como si fuese las reglas del juego. Pero sin torturarme demasiado por el resultado final.
Usé soportes de fibrofácil, porque para usar collage la tela me limita. El collage permite ser más intuitivo.

"Tapita" 31x52

"Bucéfalo" 43x42

Intenté conservar el dinamismo del collage, no "ablandarlo siguiendo pintando demasiado arriba. Dejarle el contraste, incluso usé papel negro. En su libro "El Collage" Gowland Moreno recomienda usar papel negro, no explica bien porqué, y lo del soporte rígido también lo dice ahí. Otra cosa de ese libro que hice un poco fue probar los recortes de papel sobre el soporte vertical poniéndole un rulito de cinta de papel.

"El Diablo" 51x43

"Rabia" 36x43

"Con la ayuda de Dios" 38x33

Y entre que pintaba estas cosas una noche tuve este sueño:
"Era la casa de Attila. En las paredes había montones de cuadros que le habían regalado sus alumnos. Paro no eran ejercicios Attila. Eran como lo que hace la gente que pinta mal. Algunos estaban un poco mejor. Había uno en verdes neutros que tenía una estructura de valor. Muchos estaban totalmente combados. Se doblaban porque estaban sin enmarcar y eran de chapadur.  Incluso había trabajos en papel pegados  a la pared. En las paredes también había frases de Carpani, en esas letras impresas auto-adhesivas. Attila estaba en otra parte de la casa. Yo la recorría, no se si estaba bien. Por momentos se lo escuchaba. Había escaleras, era  caótica la casa, un laberinto. Las pinturas no eran obras conceptuales, nada demasiado posmoderno, eran como lo que hace la gente que pinta murales feos...
En una había como un chanco azul matizado en pinceladas abiertas con violetas."


"Adán" 59x50

En ese momento no le presté mucha atención al sueño. Pero este fin de semana no pinté, y estuve pensando.
Y habría que interpretarlo al sueño:

  •  Attila: Es el maestro de mis maestros. Yo estudié con Faradje, que fue alumno suyo. Y con Carpita estudié mural desde chico y él también estudió con Attila. Yo mismo estudié un poco con Attila, llegué a estudiar el mismo año en que murió. Era absolutamente metódico Attila, muy criticado por eso. Pero en realidad lo que hacía era plantearte el ejercicio más sencillo posible, y recién una vez que lo hubiste resuelto te daba otra cosa más compleja. 
  • La casa de Attila: Es un lugar íntimo.No era la exposición de los alumnos. Y las obras se cuelgan en las paredes por el valor afectivo, más que con un criterio estético. También tiene que ver con que la charla con Carpita fue en su casa.
  • Las pinturas feas: Ningún alumno de Attila dibujaba cosas feas. Incluso la gente con más dificultades hacía croquis dignos. Attila cuando veía un laburo malo reaccionaba de una manera muy violenta.No es que lo de mi sueño fuesen pinturas especialmente malas. Era lo que se ve en todos lados, pero que lo tuviera él en su casa era increible. Estaban dobladas porque era chapadur, que tiende a combarse. Yo estoy pintando sobre fibrofácil, que es mucho más raro que se combe. Pero la cuestión es que el bastidor de tela es como más elegante.
  • Las frases de Carpani: El mes pasado vi dos obras suyas en el Museo del Bicentenario. Hace unos años leí su libro "Arte y Militancia". Según Carpani las imágenes están cargadas de sentimientos, y serían como una fuente de energía. La obra concentra las emociones de la gente canalizadas por el artista. Y por eso decía que es mejor trabajar colectivamente porque así se ponen en juego esos sentimientos, una energía más solidaria, más combativa, según la circunstancia. Y al final decía que lo mejor sería que lo haga la misma gente, que el especialista se ocupe más de organizar, de dar las herramientas.
  •  El laberinto: El proceso de pintar tiene muchas vueltas, muchas posibilidades. Uno nunca sabe adonde va a terminar, nunca se llega al centro.  Dice "no se si estaba bien"  porque el perderme por ahí tiene algo de transgresor. La pintura como la enseñaba Attila no era un laberinto, más bien era una autopista bien señalizada. 
Eso es lo que yo asocio con los elementos del sueño, pero el Laberinto además es un símbolo. En general se lo relaciona con ritos de iniciación, como hace Jung en este fragmento de Psicologia y Alquimia:
"Arisleo está en peligro de padecer el mismo destino de un Teseo y de un Piritoo, que en su nekya quedaron sujetos a las rocas del mundo de los infiernos, esto es, que la conciencia, que irrumpía en el espacio psíquico desconocido, queda dominada por las potencias arcaicas del inconsciente (...) En el mito heróico el objeto del descenso está caracterizado de manera muy general por el hecho de que en ese domino peligroso( profundidad de las aguas, caberna, bosque, isla , castillo, etc..) habrá de encontrarse el "tesoro difícilmente accesible" (joyas, virgen, elixir de vida, superación de la muerte, etc...)"  ( C.G. Jung.  Psicología y Alquimia, Buenos Aires 1957, pag. 360. Santiago Rueda Editores)

¿Entonces que quiere decir el sueño? Algo del "tesoro difícilmente accesible" encontré ahí, fueron unos días muy productivos. Encontré inspiración para pintar, para cambiar, eso si. El sueño trata de reconfortarme diciendo "Los Attilas también hacen pinturas feas, pero nadie las ve porque Attila las guarda en su casa". Es verdad que si hubiese seguido estudiando con un maestro pintaría mejor, pero el sueño muestra que pintando estoy encontrándome a mi mismo, que la pintura es parte de mi proceso de individuación. Si pintara bajo la dirección de otro (por buen profesor que sea) la pintura no me serviría para esto, tendría que perderme en otra parte, en otro aspecto de mi vida, el laberinto es inevitable. Y además ¿Que clase de artista quiero ser?  ¿Quiero ser el que pinta mejor? Solamente los que saben pintar se dan cuenta de eso, es el camino para ser un pintor de pintores. Pintás MUY bien y podés enseñar a pintar muy bien. Yo no estoy hecho para eso. Y ahí entran las frases de Carpani. Las "imágenes cargadas de sentimiento" son una definición que da Jung de lo que es un símbolo. No creo que Carpani hubiera leído a Jung, pero llegó a la misma idea y desarrolló un proyecto. El artista  como especialista que da las herramientas para la creación colectiva de símbolos. Símbolos que por su misma naturaleza son colectivos. Creo que eso es lo que dice el sueño. No se lo pude contar a mi analista porque está de vacaciones, de fue a una isla tropical.

"Mujeres" 35x50


La Yoko Ono del surrealismo

Creo que todavía queda algo en el surrealismo. Estoy leyendo biografías. De André Breton, de Salvador Dalí, de Gala. En la vida de las figur...