lunes, 8 de agosto de 2011

Más cerca del mamarracho que de las obras clásicas

Hoy leí una entrevista que le hizo Ñ a Carlos Alonso, es una maravilla. Creo que más interesante fue esto:
"¿Cómo ve el arte hoy? Recuerdo una muestra suya, hace unos años. Se acercaban muchos jóvenes a saludarlo, con mucho amor. ¿Cómo es su relación con los artistas jóvenes? Cuando tengo oportunidad de tener relación, en general es porque se acercan a mostrarme su obra, o a tener algún diálogo que ellos creen necesario, que ellos creen que puede aportarles alguna experiencia, que es lo que uno puede aportar a esta edad. En general, me llevo muy bien. Y cuando veo lo que producen, a pesar de que el panorama pareciera tener una dirección única, una mano única, yo veo muchas expresiones. Encuentro acá cantidad de gente joven que está dibujando y exponiendo dibujos, por ejemplo. Cosa que me sorprende gratamente, desde luego. Pero al mismo tiempo, recuerdo una frase muy significativa de Gauguin: “Yo quisiera que mi pintura se acerque más al mamarracho que a las obras clásicas”. Creo que acá se ha cumplido un poco esta premisa que quería para sí mismo Gauguin: sí, hay mucho mamarracho, ¿no? Pero eso no quiere decir que no sea legítimo. De pronto, si era legítimo para Gauguin puede seguir siendo legítimo que su tiempo exija del lenguaje una actitud menos severa, menos esteticista, o sea más vital, más subversiva, en fin. Es la juventud la que va encontrando cuál es el mundo que quiere reflejar, cómo lo quiere reflejar y qué parte del lenguaje heredado tiene validez y qué parte hay que reinventar. Siempre fue así en la historia de las artes, ¿no? Estaba leyendo recién en Internet un artículo sobre el Premio Petrobras. Cuando viví en Italia en 1971, conocí la obra de Piero Manzoni, el que hizo las latas de “Merda d’artista”. Quiero decirte que esta historia escatológica de los calamares no trae una novedad. No tiene el valor revolucionario o subversivo que podían tener ese tipo de cosas, o el arte povera, que también es de los años setenta. Quizás en ese momento estaba más politizado, ahora es más como un juego, como un desafío, en cierta medida. Lo curioso es que esa rebeldía se premia. Aquello creaba polémica, recalentaba el ambiente, y esto no siento que lo recaliente. No."
 Y me llegó en el momento justo este texto. Yo siempre pinto con horror de hacer un mamarracho. En ese sentio soy muy tradicional. Y recién ahora estoy empezando a intentar divertirme más. Y que lo diga nada menos que Carlos Alonso, es... no sé , es el pintor argentino más tradicional que tenemos. Más que Roux ¿No?  Creo que Roux es más académico, pero no más tradicional. Bueno, no importa. Lo importante es esto que dice.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Yoko Ono del surrealismo

Creo que todavía queda algo en el surrealismo. Estoy leyendo biografías. De André Breton, de Salvador Dalí, de Gala. En la vida de las figur...