martes, 24 de junio de 2014

Loba




Estoy intentando volver a dibujar. Me cuesta, casi nunca creo que pueda salir algo bueno. 

Empecé ilustrando lo que había anotado las últimas veces que había practicado la imaginación activa. 
Va bien, me sorprende cuanto ayuda trabajar con lo que uno escribió. Debe ser por las emociones, las visiones de la imaginación activa están muy cargadas de emociones. Ahí están los complejos. Entonces la emoción es un poco el combustible del dibujo. Aunque sí, hay que bancarse las emociones. Eso también es difícil, porque queda una vez que uno terminó de dibujar. Pero no hay otra manera.

Me parece que esto de aprovechar la escritura es lo más importante que aprendí en los últimos años.
Pero...
Más allá de que esté bueno me preocupa. Si sale bien es que hay una necesidad ahí. Puede ser que lo que me esté haciendo mal sean todas esas visualizaciones que no ilustré. Así que voy a tener que hacer muchos dibujos.

martes, 17 de junio de 2014

Acuñar la verdad


Recién pensaba en lo que es verdad y lo que no. Este dibujito lo hice hace un rato, en una jornada docente en la escuela nocturna en la que trabajo. Y... ¿Viste cuando en una reunión parás de escuchar y mirás?
Mirar a las otras personas mientras hablan, mirar desde afuera. Me impresionó cómo cada uno hablaba espontáneamente dentro de los límites de acuerdos tácitos ¿No? Lo hacían para desahogarse, pero se desahogaban dentro de los límites ¿Qué significa esto?  El límite es la acción. No hay que decir nada que implique que alguien tenga que hacerse cargo de algo y trabajar, porque te puede tocar a vos. Bueno, fueron 80 minutos de eso...

Lo que a mi me impresionó es que alguien pueda ser lo suficientemente inconsciente como para cumplir los acuerdos tácitos aún perdiéndolos de vista. Y lo digo porque si uno tiene presentes los límites mientras habla se pierde el efecto catártico.

Bueno, todo esto viene a que el dibujo también tiene un efecto catártico. De hecho durante la reunión dibujé mejor de lo que lo hubiera hecho si hubiese estado dibujando aburrido en la preceptoría. De alguna manera misteriosa las emociones del momento se filtran en el dibujo. Y eso se nota en la imagen, que es bastante grotesca y maligna. Plutoniana. Me parece que si uno le mostrara este dibujo a las autoridades y les dijera que esa es mi opinión sobre lo que están diciendo, y sobre su trabajo, lo entenderían perfectamente.

Por supuesto que no lo mostré. Pero en ese sentido este dibujo dice la verdad.

Y ahora pensaba en eso, en la verdad. En la importancia de estar con la verdad. No de decir la verdad, sino de estar, de acumular verdad.  La verdad es eso de lo que uno está hecho. Y me gustó pensar el dibujo así, como una manera de acuñar la verdad.  

La Yoko Ono del surrealismo

Creo que todavía queda algo en el surrealismo. Estoy leyendo biografías. De André Breton, de Salvador Dalí, de Gala. En la vida de las figur...