Hace unos meses, durante el encuentro de muralismo en Godoy Cruz, Mendoza, le mostré las fotos de mis murales a Analía, una chica de la Brigada Ramona Parra, amiga de los Oberoles. Y le llamó la atención nena de mi mural en la casa embrujada:
Me dijo que estaba maquillada como los que bailan Butoh. A mi en ese momento "Butó" me sonó a Africano, no me imaginé que era algo japonés. Pero después lo googleé y vi que era algo que tiene que ver con la religión Shinto. Y me sorprendió ver que la danza Butho era la forma culta de el concepto en el cual yo me había inspirado.
Yo cuando pinté ese mural pensé en los fantasmas de las películas japonesas como Ju on, Ringu, y todas las de chinitas muertas con los pelos en la cara, que estuvieron de moda hace un par de años. Y bueno, la forma tan particular de moverse que tienen estos fantasmas está tomada de esta danza, y es algo tradicional de los japoneses que a mi me había llegado en su forma más vulgar.
En Godoy Cruz también casi tuve una discusión estética con Miriam, del grupo Paredón y Después. Miriam decía que a ella njo le gustan las películas de terror.Que le gustan las películas para pensar, el cine argentino.
Y decía que las películas de terror no son para pensar, que ya traen todo armado. Pero a continuación negó hacer dicho esto, así que no me fue posible plantear nada...
Pero sirve para pensar acá, que para eso es el blog.
Puede ser, si, en el cine comercial ya viene todo armado. No es "para pensar".
Para pensar con estas películas hay que descomponerlas en los distintos elementos con los cuales "está todo armado". En el caso de "Ju on" la danza Butoh es uo de esos elementos.
Podríamos pensar en la relación entre una danza tradicional japonesa, que forma parte de una cultura de elite, y una película comercial, un producto de la cultura de masas.
Pero solamente pensar en todo el trabajo que sería pensar en esto me abruma.
Pero mi mural...
¿Será para pensar?
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