Una nena pasó por enfrente y dijo "¡Mirá mamá, están pintando un dragón!". En general los chicos entienden mejor que los grandes mis murales. Era una nena de unos 8 o 9 años.
La calavera es de lobo,generalmente el dragón tiene cabeza más bien de caballo. Pero de lobo también lo hace un dragón, ya no es una serpiente, la cabeza de serpiente es muy distinta. Y le agregué flequitos, tiene más pinta de Quetzalcoatl. Una estudiante de periodismo me dijo que este es un mural de protesta, será porque la mitología americana lo transofrma en un mural "indigenista" . No dijo "indigenista", pero eso era la idea. Osea... no entendió, en cambio la nena si.
Es todo un desafío esto del muralismo, por tratarse de una manisfestación cuyo mensaje sea para las masas, lo mas dificil es lograr que todos entiendan lo que se quiere expresar. Esto invita a una busqueda constante porque siempre es mas fácil dejar todo librado a subjetividad y no dar importancia a si el mensaje se entiende o no. Hay veces que se llega al extremo de que un lenguaje deja de tener un fin y un sentido y se deja liberado a la anarquía de lo individual.
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