lunes, 22 de octubre de 2012

La isla de las paraguas




Volví a pintar después de mucho tiempo. Me pareció que tenía que empezar a trabajar con los sueños.  Pero es una ilustración. Primero me pareció que era una pintura bastante mala. Pero cuando lo terminé vi que era una ilustración bastante buena. Es una lástima...
La pintura viene de un sueño así:
Llegué a un lago. Y en vez de rodearlo me metí con caballo y todo. Tenía como una islita en el centro. Nadaba el caballo. Yo iba arriba. Pero para salir era alto el borde. Así que subió primero el caballo. Y después yo, como cuando salgo de una pileta, resultó firme la tierra. Era colorada. Estábamos como en Misiones o Corrientes. Digo Corrientes porque no era selvático. Había una colina con árboles y muchas sombrillas. Subimos y chocamos con las sombrillas. Se salieron de los árboles, algunas se volaron. Había como unas chicas tomando sol y creo que un viejo. Les conté que tenía que irme. Me tomé no se si un tren o un micro. Tenía un nombre con diminutivo, iba para el norte. Me pareció que estaba bien huir al norte, que es como un desierto.
            El viejo me advirtió que no hablase mucho. Ahí donde estábamos y alrededor del lago el terreno subía, y había una acústica que aumentaba lo que decíamos ahí. Y los que me perseguían podían haberme oído. Me estaban alcanzando. Lamenté no haber rodeado el lago.

No está representada la persecución, pero todo eso abajo es como si el terreno estuviera vivo. Y ese efecto acústico está representado en las ondas del agua.
Lo importante son los casilleros. Ahí me di cuenta de que el collage es una buena técnica para diseñar el tablero del juego. Cada papel es un casillero, cada tipo de casillero tiene sus reglas. Y cada terreno:
- Un terreno muy regular, un edificio, con una cuadrícula.
- Algo bastante despejado, casilleros irregulares.
- Un terreno difícil. Sin casilleros, se avanza por distancia, como en Warhammer.

Vendría a ser un primer boceto para el tablero.


1 comentario:

La Yoko Ono del surrealismo

Creo que todavía queda algo en el surrealismo. Estoy leyendo biografías. De André Breton, de Salvador Dalí, de Gala. En la vida de las figur...