domingo, 4 de marzo de 2012

Tirándole perlas a los chanchos



No se si esto es para este blog, la relación de esta idea con la pintura no es tan directa. Pero bueno, este es mi blog...
Hoy me di cuenta porqué hay que me ve soberbio. Además de que quizás lo sea un poco hay algo más...
Siempre me sorprendió que la gente más inteligente y culta que conocí nunca me dijo que yo fuese soberbio, nunca me recriminó eso. Y la gente que me llama soberbio siempre es gente bastante limitada intelectualmente.
Hay algo con mi manera de expresar mis opiniones, me encanta expresar mis ideas de la forma más polémica y paradójica posible. Y lo hago con total convicción. Si la persona que me escucha es estúpida va a quedarse con eso, y va a creer que soy soberbio. Pero la gente más sofisticada discute. Y ve que es muy divertido discutir conmigo, tenga o no tenga razón. Lo que me pasa es algo así como una hiperestetización del pensamiento. Para mi el dialogo es una ocasión de ir armando ideas bellas de a dos.
Esto debería estar en mi obra, no tanto en mi vida. Porque la mayoría de la gente no le interesa en absoluto pensar. Hablan para sacarse de encima lo que piensan. En el fondo sus propias ideas no les gustan, y por eso les encanta tirárselas encima al otro. Pero tampoco lo quieren admitir, de ahí que odien que los cuestionen. Y si alguien los cuestiona es un soberbio.  A mi me encantan mis ideas, pero me gusta ir cambiándolas, y me gusta que el otro me señale errores en mis ideas. Todo esto en la práctica genera una situación equívoca, paradójica. Cuando la persona con la que hablo no cuestiona con argumentos agudos mis ideas yo llevo mi argumento al extremo, lo hago contradictorio adrede para que sea más fácil cuestionarlo. Así le facilito el trabajo a mi interlocutor. Frente a esto la gente sencilla asume que eso es todo lo que yo pienso (es solamente el extremo de lo que pienso). Y como yo aparento estar absolutamente  convencido de que eso que digo es mejor que lo que ellos piensan dicen que soy soberbio.  No se dan cuenta de que lo que yo digo no es todo lo que pienso, y menos aún se dan cuenta de que lo que ellos dicen no es todo lo que piensan.
Lo que yo tendría que hacer es desarrollar un proyecto artístico que incluya este proceso de alguna manera, en vez de "Tirarle perlas a los chanchos". Pero no alcanzo a ver cómo.

La imagen del chancho es un collage de hace varios años, el bicho se llama Cuchivilu, es un monstruo mitológico mapuche.

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